domingo, 25 de enero de 2009

Vino y su historia...




Se dice que:

"los antiguos griegos llevaron el vino a las masas... los romanos, al mundo..."

Pero según afirman algunos arqueólogos, fue la innovación de los chipriotas quién les enseñó cómo hacerlo. Un grupo de expertos italianos afirma haber descubierto pruebas que sugieren no sólo que en Chipre se desarrollaron las copas de cerámica para beber y las ánforas para transportar vino a lugares remotos, sino quelos
chipriotas llevan al menos 1.500 años de ventaja al resto de los pueblos mediterráneos en el arte de hacer vino.

"Es un descubrimiento asombroso", afirmó María Rosaria Belgiorno, directora del grupo de investigadores. "El vino más antiguo encontrado hasta el momento se encuentra en una vasija de Hajjii Firuz Tepe, en Irán, con una antigüedad calculada entre los años 5000 y 5500 antes de Cristo. Sin embargo, los primeros ejemplos de
producción vinícola en el Mediterráneo se encuentran en Chipre".

Con una tradición asentada en la historia, la calidad de los vinos chipriotas "dulces como la miel" fue cantada por el poeta griego Homero, y al parecer, aunque es un asunto sujeto a controversia académica, también por el rey Salomón.

Los historiadores afirman que el comandaria, un vino dulce introducido en Europa por los cruzados, se elabora en la isla desde al menos el año 1000 antes de Cristo. Eso le convierte en el vino más antiguo de todos los que se siguen produciendo en la actualidad.

Belgiorno, que pertenece al Instituto Italiano de Tecnologías Aplicadas a los Bienes Culturales, afirmó que las pruebas realizadas con fragmentos de cerámica demuestran que la producción de vino se remonta aproximadamente unos 5.500 años atrás. En cuanto a los ejemplos de producción vinícola descubiertos en la isla griega de
Creta, tienen alrededor de 3.600 años.

"Hemos descubierto restos de ácido tarárico, un componente clave del vino", declaró Belgiorno. Los fragmentos de cerámica encontrados en la región vinícola de Erimi, a unos 100 kilómetros al sudoeste de la capital chipriota, Nicosia, son la prueba más antigua disponible de ánforas de almacenamiento de "base de pezón" utilizadas en el mundo antiguo para transportar vino.

Las ánforas tienen boca estrecha, cuerpo ancho y un estrechamiento en la parte inferior diseñado a partir de los pellejos de cabra que se utilizaban anteriormente para transportar vino. Además, tienen un asombroso parecido con los recipientes de almacenamiento que aparecen en jeroglíficos egipcios más tardíos. "Los egipcios
adoptaron las mismas vasijas y las representaron junto con su sistema de elaborar vino", observó Belgiorno.

Expertos en cerámica, los antiguos chipriotas también crearon recipientes para beber tallados en cuernos de ganado que podrían ser las primeras copas. "La tradición de sustituir los cuernos por cerámica empezó en Chipre", añadió Belgiorno.

Alabado como regalo de los dioses, acompañamiento obligado de los antiguos egipcios en su viaje espiritual al más allá y simple placer sano para la ciencia moderna, el vino tuvo un origen más bien modesto.

Una antigua leyenda persa habla de una princesa que, tras haber perdido el favor de su rey, intentó envenenarse comiendo uvas pasas; pero en lugar de morir, se intoxicó. "Es evidente que [el vino] se descubrió tras una fermentación accidental de uvas", dijo Belgiorno. "Sin embargo, cómo se convirtió en producto es una
historia completamente diferente".

El grupo de arqueólogos también ha descubierto una representación de producción vinícola en cerámica chipriota de 4000 años de antigüedad. "Es algo único en el mundo", declaró Pavlos Flourentzos, director del Departamento de Antigüedades de Chipre.

Flourentzos afirmó que no han podido determinar el tipo de vino, aunque es posible que fuera un tinto y no un blanco, y en cualquier caso resultaría desagradable para los gustos actuales. "El vino que se tomaba entonces era distinto, tan denso y fuerte que se debía diluir en agua", dijo Flourentzos.

En la mitología griega se menciona que el vino podía llevar a la gente a un estado elevado de la conciencia, pero los antiguos chipriotas dejaron otro testimonio relativo a al menos uno de los efectos de beber demasiado: en la occidental región de Paphos, un mosaico romano del siglo II d.C. encontrado en la Casa de Dionisio, el dios griego del vino y el exceso, ofrece una representación de "los primeros bebedores" de Chipre. Uno de los hombres está tendido en el suelo. Supuestamente borracho.

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